Un espectáculo de Rodolfo Romero...


¡Soy la voz de tu destino!
¡Soy er fuego en que te abrasas!
¡Soy er viento en que suspiras!
¡Soy la mar en que naufragas!


14 ♦ 21 ♦ 28 de agosto

21hs

Cine Teatro Rex



Los cuerpos dicen, los cuerpos cantan, los cuerpos sufren
El verdadero desafío de esta puesta es atreverse con una obra que tiene tantas y tan excelentes versiones. Sólo un impulso rojo pudo haber movido esta decisión, sólo intensas horas de trabajo pudieron dar vida a esta creación. En esta nueva forma de decir esta historia gitana cobra una singular importancia la coreografía, estructurada sobre tres ejes fundamentales. Como en otras obras de Romero, vemos que los movimientos se repiten hasta resignificarse. En Amor Brujo esos cuerpos expectantes y apasionados son una letanía que abraza el dolor de los protagonistas. Otro eje es el vestuario. Despojado y sencillo, pero con la fuerza de los impetuosos vuelos de esas faldas. Sus contrastes son una lectura más de la apasionada trama. Y finalmente, el diseño de luces acompañando cada compás, jugando con opacidades y transparencias, el frío y el calor, lo tenue y lo brillante. Esta versión de Amor Brujo es todo un texto estructurado sobre contrastes primarios: el fuego y los helados fantasmas, el rojo y el negro de las polleras, adelante y detrás de esa tela que como una membrana respira y se excita con cada cuadro. Es tan envolvente la historia desarrollada sobre el escenario que no nos sentimos espectadores en una sala, sino vecinas chismosas, mirando desde la ventana, en un día de lluvia, un drama de amor desarrollarse...
Graciela Dobatón
Licenciada en letras / Periodista